“Tú eres
el Dios que hace maravillas. Diste a conocer tu poder a las naciones”
Salmo 77:14.
Un anciano
se encontraba sentado en su mecedora día tras día. Siempre en su sillón,
prometió no levantarse de allí hasta que viera a Dios. Una bonita
tarde de primavera, el anciano que se mecía, vio una pequeña niña que jugaba al
otro lado de la calle.
La pelota
de la niña rodó hasta el patio del anciano. Cuando ella corrió a
recogerla lo miró y le dijo: “ Señor anciano, todos los días lo veo meciéndose
en su sillón, con la vista perdida. Qué es lo que busca? Oh, mi querida
niña, eres demasiado pequeña para comprender el por qué. La niña dijo,
tal vez, pero mi mama siempre me dice que si tengo algo en la cabeza debo
comentarlo. Muy bien, querida niña, yo busco a Dios.
La niña en
su ingenuidad le respondió: “Señor Anciano, Dios cada día le da una señal
cuando respira; cuando huele las flores frescas, cuando escucha cantar a los
pájaros; cuando nacen todos los bebes. Señor Anciano, Dios le da una señal
cuando ríe y cuando llora, cuando siente las lágrimas rodar desde sus
ojos. Es una señal en su corazón abrazar y amar. Dios le da una señal en
el viento, en el arco iris y en el cambio de las estaciones. Todas las
señales, están allí, pero usted no cree en ellas?
Señor
Anciano, Dios está en usted y Dios está en mi. No es necesaria la
búsqueda, por que él esta aquí todo el tiempo. Mamá me dice: Si buscas
algo monumental, has cerrado los ojos, porque ver a Dios es ver las cosas
simples, ver a Dios es ver la vida en todas la cosas, porque el es Dios de
maravillas”.
Dios es
Dios de maravillas y no siempre sus maravillas son grandes, a veces son tan
pequeñas sus maravillas que las ignoramos porque estamos más preocupados por
las maravillas grandes y lo perdemos de vista a él, quién nos muestra su amor
en las pequeñas cosas de la vida.
Hoy quiero
ver al Dios de las maravillas no solo en lo grande sino también en las
pequeñas. Hoy quiero disfrutar de su amor a plenitud, lo cual es dulce y
agradable a mi corazón.
Señor, a
veces he ignorado las demostraciones de tu amor en las maravillas
pequeñas. A veces he corrido buscando las maravillas grandes para poder
encontrarte, pero hoy quiero entender con mi espíritu que aún en lo pequeño tu
me muestras tu bondad y tu poder.
Hoy quiero
levantar mi voz de alabanzas cada vez que me encuentre con una de tus pequeñas
pero significativas maravillas. Amén.
Guatemala Missions Ministry.
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