Salmos 127:1
Si el Señor no construye la casa, los constructores trabajan en vano.
Imagina pasar años construyendo una casa costosa con los mejores materiales y mano de obra. Se trata de una obra de arte, y el proyecto está casi completa. Cuando el día llega para mudarse, un inspector de la construcción llega y da un aviso que condena a destruccion su hermosa casa, ya que no cumple con el código.
Muchas personas cristians que invertir años en su vida algún día estará ante el Señor y al darse cuenta de que estaban construyendo la casa, pero no la del Señor. Dios es muy exigente con motivos detrás de las acciones. Antes de actuar, debemos preguntarnos por qué? ¿Por qué hacemos lo que hacemos? Dios nos ha llamado a esta tarea? ¿O es el verdadero motivo puramente financiera? O control. O prestigio.
Si alguien construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno o paja, su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará a la luz. Se dará a conocer en el fuego, y el fuego pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada hombre (1 Corintios 3:12-13).
David aprendió este principio al final de su vida. A lo largo de su vida había aprendido que Dios siempre prueba con él para saber lo que había en su corazón, y su motivo en sus acciones. David ordenó a su hijo que "... reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos" (1 Crónicas. 28:9 a) .
En el amor de nuestro Salvador Señor Jesucristo.
Guatemala Missions Ministry.
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