Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia, 2 Corintios 9:10
El hijo estaba asombrado de su padre. El Padre tenia una siembra hermosa, con campos sembrados y muchos arboles repletos de frutos.
Las grandes cosechas del padre eran la envidia del lugar. Por supuesto el habia ganado un lugar de relevancia en esa ciudad. Su hijo estaba orgulloso de el.
Un dia el quiso conocer como el padre habia logrado todo eso. El queria aprender a hacerlo el mismo y ser como el padre.
Un dia el padre lo invito a su siembra y el se propuso descubrir el secreto de como el padre habia alcanzado esas cosechas año tras año.
Lo primero que hizo al llegar a la siembra fue preguntarle al padre "Padre ¿Cual es el secreto para alcanzar estas cosechas año tras año?"
El padre contesto "Descubre tu mismo el secreto"
El hijo asombrado pregunto "¿Como puedo hacer eso?"
"Muy simple" contesto el padre, "mañana te levantas bien temprano, vas al campo a trabajar y no vuelvas hasta que veas que el sol comienza a bajar en el horizonte"
"¿Solo eso y descubrire el secreto?" pregunto el hijo
"Solo eso y descubriras el secreto" contesto el padre.
Al dia siguiente el hijo se levanto muy temprano y salio hacia el campo a trabajar.
No estaba acostumbrado al trabajo de campo y a las pocas horas se canso, penso en vover pero recordo la premisa "no vuelvas hasta que veas que el sol comienza a bajar en el horizonte".
Cuando fue la media mañana al cansancio se sumo el sol que empezo a calentar su cuerpo, mientras traspiraba penso en volver pero una vez mas recordo las palabras del padre "no vuelvas" y siguio trabajando duro.
Al medio dia el agotamiento llego a su punto mas fuerte y se sentia desmayar, el agua se le empezo a acabar y el creyo que era una buena razon para volver, pero las palabras del padre aparecieron de nuevo en su mente, "no vuelvas".
La tarde le hizo pensar que ya quedaba menos y que habia cumplido gran parte de la consiga y por un momento paso por su mente que ya habia hecho lo necesario para descubrir el secreto y quiso volver, pero se detuvo y siguio hasta ver el el sol que comenzaba a descender en el horizonte.
Entonces corrio hacia la granja a ver a su padre y pregunto nuevamente "¿Cual es el secreto?"
El secreto esta a tu alcance y es simple.
"El trabajo esta en el campo,
cada dia debes salir y no volver hasta realizarlo,
si lo haces continuamente,
al final del año solo te esperara una gran cosecha"
y por si esto fuera poco el agrego "Tu puedes hacer eso y Dios te ayudara".
Mientras leia esta historia pensaba en el ministerio misionero.
Muchas veces pasamos mucho tiempo en la oficina, en el diario que hacer y no salimos a trabajar al campo.
El campo no es sitio geografico, el campo en el ministerio es la mision.
Cuantas veces se me pasan dias y hice muchas cosas pero no sali al campo.
Debo mejorar en esto. Cuanta mas cosecha querramos, mas trabajo de campo habra que hacer.
Estoy orando cada dia de regresar "al campo", ese es mi desafio hoy.
Atender rapido los papeles, la administracion, los detalles, las comunicaciones y poder salir de regreso al campo.
Mientras el evangelismo y el discipulado personal parecen desaparecer en medio de las modas actuales, el secreto del padre aparece como un regreso a aquello que Jesus hizo.
Refleccion:
Solo existen dos ministerios en misiones.....
O eres llamado al campo a sembrar, o ha proveer la semilla a quien han ido. De cualquier manera debe haber frutos en tus manos...
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